Por: Antonio Mola Davis
Hay un dicho del siglo XVIII que hasta nuestros días se repite y el cual dice: “CADA PUEBLO TIENE EL GOBIERNO QUE SE MERECE” (Joseph de Maistre), del cual estoy de acuerdo en el caso de Panamá y el de muchos otros paises.
En esta ocasión quiero enfocarme en nuestra empleomanía gubernamental.
Los últimos gobiernos se han caracterizado por convertir las planillas estatales en una agencia de empleo que recluta y destituye empleados públicos de acuerdo al carnet del partido gobernante y a la cuota de favores que debe la nueva administración.
No importan los años de servicio, experiencia y capacidad profesional del que se nombra o se destituye. Tampoco se sopesa la necesidad real de funcionarios que se requieren. La ley de Carrera Administrativa existe, pero no existe. Es como la Justicia: “se aplica en forma selectiva”.
Me dirán, esto siempre ha sido así. Pero por qué debe seguir siendo así.
Con el problema del Covid-19, se tomó la desición de congelar la contratación de unos 10,000 nuevos colaboradores. La realidad es que comparativamente con paises a los que se nos compara, tenemos un exceso de funcionarios que oscilan entre 38,000 a 66,500.
¿De dónde “invento” estas cifras?. Pues bien, analizando los reportes del 2019 de empleomanía de la OIT y los económicos y de población del FMI y BM tenemos que:
- PANAMÁ tiene una fuerza laboral equivalente al 45% de la población, siendo el componente de empleados públicos el 15.6% (296,455).
- COSTA RICA: nuestro vecino. Su fuerza laboral equivale al 43% de la población. El componente de empleados públicos es del 13.6% (296,863).
- CHILE: con el cual economicamente nos comparan, tiene una fuerza laboral equivalente al 45% de la población. El componente de empleados públicos el 12.3% (1,047,013).
- IRLANDA: introduzco este país, pues su territorio y población son casí similares a la de Panamá. Su fuerza laboral equivale al 62% de la población. El componente de empleados públicos es del 12.1% (368,191).
Vemos que en los tres paises latinoamericanos la fuerza laboral porcentualmente son practicamente idénticas. Tomando estos elementos porcentuales es que sostengo que tenemos un exceso de empleados públicos. Si tuvieramos un porcentaje equivalente al de Costa Rica (13.6%) tendríamos un exceso de 38,000.
Si nos comparamos con Chile (12.3%), el exceso sería de 63,000 y contra Irlanda (12.1%) sería de 66,500.
NOTA: Panamá terminó con el promedio del PIB/Per Capita más alto de latinoamérica a fines del 2019. Irlanda tiene un 388.5% superior al nuestro.
¿Cómo es que pueden tener una “burocracia estatal” inferior a la nuestra?. Simple: desburocratizando, con instituciones sólidas, con el uso masivo de la tecnología, y teniendo servidores públicos (amables, honestos, respetuosos e interesados en ayudar al ciudadano, capacitados en competencias necesarias para sus funciones) y no empleados públicos.
El Forum Económico Mundial en su último informe (2019) sobre el Índice Global de Competitividad, nos ha situado muy por debajo de estos paises. Así tenemos que de 141 paises que se miden sus resultados, los ranking son los siguientes:
- Ranking país: Panamá 66 (Irlanda 24, Chile 33 y CRica 62)
- Ranking Instituciones: Panamá 80 (Irlanda 16, Chile 32 y CRica 54)
- Ranking Adopción Tecnologías: Panamá 86 (Irlanda 49, Chile 56 y CRica 63)
NOTA: mientras más bajo es el rankíng, mejor (es la ubicación descendente entre los paises).
Como podemos ver, nuestra envidiable posición geográfica, de acuerdo a estos índices competitivos globales, no nos favorece. Es hora de acometer el mejoramiento cuántico del Estado.
Hay que dejar de lado: los favores políticos que contribuyen al desmejoramiento de las arcas del Estado, al incremento irracional de la burocracia estatal en detrimento de los ciudadanos, al incorporar funcionarios que no reunen los requisitos del puesto, por el simple hecho de que son recomendados de un político o de un contribuyente importante de la campaña del partido de turno.
Hay que desburocratizar el Estado dotándolo de una super extructura tecnológica y de comunicaciones, y de procesos eficientes que permita al ciudadano la facilidad de hacer sus trámites desde su empresa o residencia, evitando así el lidiar con burócratas incompetentes, largas filas, tranques, etc., lo que redundará en mayor eficiencia y efectividad del Estado y una mejor calidad de vida para los ciudadanos. Tenemos que cambiar la cultura, lo organizacional y lo operativo de los partidos políticos.
Recordemos que al Estado se llega a servir, no a servirse de él.
Si los gobernantes, y en especial el pueblo al emitir su voto, no entiende esto, entonces realmente“SEGUIREMOS TENIENDO SIEMPRE EL GOBIERNO QUE NOS MERECEMOS”.
Ex-Alumno del Institto Nacional